Texto a analizar para el trabajo:
Hay un cuadro de Klee que se titula Angelus Novus. Se ve en él un ángel, al parecer en el momento de alejarse de algo sobre lo cual clava la mirada. Tiene los ojos desorbitados, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel de la historia debe tener ese aspecto. Su rostro está vuelto hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que arroja a sus pies ruina sobre ruina, amontonándolas sin cesar. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo destruido. Pero un huracán sopla desde el paraíso y se arremolina en sus alas, y es tan fuerte que el ángel ya no puede plegarlas. Este huracán lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas, mientras el cúmulo de ruinas crece ante él hasta el cielo. Este huracán es lo que nosotros llamamos progreso.
(Benjamin, Walter; "Sobre el concepto de historia")
Otros textos de Benjamin
"Marx dice que las revoluciones son la locomotora de la historia mundial. Pero tal vez se trata de algo por completo diferente. Tal vez las revoluciones son el manotazo hacia el freno de emergencia que da el género humano que viaja en ese tren."
(Walter Benjamin, ob. cit.)
"La tradición de los oprimidos nos enseña que el “estado de excepción” en que ahora vivimos es en verdad la regla. El concepto de historia al que lleguemos debe resultar coherente con ello. Promover el verdadero estado de excepción se nos presentará entonces como tarea nuestra, lo que mejorará nuestra posición en la lucha contra el fascismo."
(Benjamin, Walter; ob cit.)
"Sólo cuando el transcurso histórico se desliza fácilmente para el historiador, como un hilo, se puede hablar de progreso. Si es en cambio una cuerda de muchos hilos deshilvanados, que cuelga en cabos destejidos, ninguno de éstos tendrá un lugar determinado mientras no sean todos recogidos y entretejidos como una red para el cabello."
(Benjamin, Walter; ob. cit.)
"La manera corriente de exponer la historia le da mucha importancia a la elaboración de una continuidad. Atribuye valor a aquellos elementos de lo que ha sido que ya han pasado a formar parte de su eficacia ulterior. Se le escapan aquellos pasajes en donde lo transmitido se interrumpe, y junto con ellos también sus asperezas y picos, que son los que ofrecen un punto de apoyo a aquel que quiere llegar más allá de lo transmitido."
(Benjamin, Walter; ob. cit.)
"La catástrofe es el progreso, el progreso es la catástrofe"
(Benjamin, Walter; ob. cit.)
Sobre Benjamin
"Filosofo y critico aleman, nacido en Berlin y fallecido en Port Bou. Despues de estudiar en Berlin y Turingia, en 1918 se graduo en Berna con la tesis titulada Der Begriff der Kunstkritik in der deutschen Romantik (El concepto de la critica de arte en el romanticismo aleman), donde acude a una cierta concepcion romantica de la critica, no exenta, sin embargo, de huellas religiosas y teologicas.
Paradojicamente, esta religiosidad de su critica le acercaria al marxismo y al historicismo hegeliano de Lukacs. En ber einige Motive in Baudelaire (Algunos motivos en Baudelaire, 1939) y Paris, die Hauptstadt des XIX. Jahrhunderts (Paris, capital del siglo XIX, publicada postumamente en 1955) examina tambien la cultura burguesa desde una perspectiva marxista. Pero quiza su obra mas importante sea Das Kunstwerk im Zeitalter seiner technische Reproduzierbarkeit (La obra de arte en la epoca de su reproducibilidad tecnica, 1936).
Son tambien notables sus escritos filosoficos Zur Kritik der Gewalt (Para la critica de la violencia, 1921), Die Aufgabe des bersetzers (La funcion del traductor, 1923), un estudio sobre la etica de la traduccion, y Ursprung des deutschen Trauerspiels (Origenes del drama barroco aleman, 1928).
Su ascendencia judia y su ideologia liberal le hicieron buscar refugio en Paris al ascenso de Hitler al poder; pero, al producirse la invasion de Francia, trato de buscar asilo en España para trasladarse a Estados Unidos. La amenaza de la policia española de entregarle a los nazis le forzo a suicidarse en la misma frontera. En 1955 T. W. Adorno recogio y publico parte de su obra. (1892-1940) "
fuente : biografiasyvidas.com
"Las reflexiones de Walter Benjamin a las que su primer editor, Theodor W. Adorno, intituló Sobre el concepto de historia, conocidas también como Tesis sobre la historia, fueron publicadas por primera vez en Los Angeles, en 1942, a dos años de la muerte de su autor --del suicidio al que lo obligó la persecución nacionalsocialista--, en una entrega especial, impresa en mimeógrafo, de la revista que el Institut für Sozialforschung editaba en Frankfurt, antes del exilio a los Estados Unidos de su principal animador, Max Horkheimer.
No hay un texto acabado de este, que es el último escrito de Benjamin. Sobre el concepto de historia es un borrador, compuesto en diferentes momentos entre fines de 1939 y comienzos de 1940, a partir de notas escritas en un cuaderno, en papeles de muy distintos formatos, inclusive en bordes de periódicos. Es el escrito de un hombre que huye, de un judío perseguido. Se trata de reflexiones que, en 1940, cuando las circunstancias en torno a la guerra le impelen a escribirlas, llevan a su autor a percatarse de que “las había tenido en resguardo consigo mismo, a salvo incluso de él mismo, durante unos veinte años”. Son ideas que envía por correo a su amiga Gretel Adorno, “más como un manojo de hierbas juntado en paseos pensativos”, destinado a un intercambio de ideas íntimo, “que como un conjunto de tesis” que estuviera maduro ya para la publicación y preparado así para absorber el “entusiasta malentendido” que su contenido iba a provocar necesariamente.
(...)
Al tratar de Walter Benjamin resulta casi ineludible hacer referencia a la imagen que tenemos de él como persona: la imagen del indefenso. Esta imagen magistralmente delineada por Hanna Arendt en su retrato del “buckliger”, se impone por sí misma cada vez que se trata de describir la ubicación de Benjamin en el mundo en que le tocó vivir. Es, sin duda, una imagen atinada; pero es también una imagen incompleta, unilateral y, en esa medida, engañosa. Las malas relaciones con el padre --gemelo berlinés, podría decirse, de ese otro padre paradigmático que en esos mismos años, en Praga, le hacía la vida imposible a Franz Kafka--; el malentendido cotidiano con la familia y con los amigos; la inadaptación a la vida académica de la universidad, todos estos son rasgos típicos de la sociabilidad de alguien que no está en buenos términos con el mundo y que lleva sin duda las de perder. A esto es necesario añadir sus malas relaciones con el dinero que, si bien no le impedían sistemáticamente --como a su héroe, Baudelaire-- “la disposición de las reservas”, el acceso a los objetos de la “alta cultura”, mantenían su vida en una situación de precario bienestar, de inseguridad permanente. Pero esta inadecuación con los usos de su tiempo, con las costumbres de su ciudad, que da a Benjamin la apariencia de alguien anacrónico o excéntrico, no puede verse solamente como un vuelco autodestructivo de sus pulsiones. Se diría, más allá de esto, que es el resultado necesario de una vida que, para afirmarse como tal, tiene que cumplirse contra la corriente, en medio de una propuesta difusa pero incondicional de inadecuación con las condiciones en las que debe desenvolverse. En este sentido, su indefensión es activa, no pasiva; no es una indefensión sufrida sino provocada por él mismo. Expresa una afectividad militante pero ambivalente ante una realidad global, sintetizadora de todas las realidades particulares que pueblan el horizonte de su experiencia; una realidad que él percibe a un tiempo como fascinante y amenazadora, como deseable y repulsiva, y en la que no es posible distinguir con claridad dónde termina lo uno y dónde comienza lo otro. Esta realidad a la que, siguiendo precisamente a Baudelaire, hemos dado en llamar modernidad y que él intentará descifrar a lo largo de toda su obra, especialmente en esa tour de force de la escritura en torno a Los pasajes de París.
Walter Benjamin es uno de los grandes autores con los que contó la cultura occidental europea en los años veinte y treinta de este siglo; uno de los más inquietos y agudos cultivadores y críticos de esa cultura y de la vida moderna que la ha sustentado.
(...)
El sueño de una cultura europea en el que vivió Walter Benjamin es un sueño que comenzó a adquirir perfil a finales del siglo XVIII, el Siglo de la Luces, y que se desvaneció de repente, con la Segunda Guerra Mundial, en el siglo XX, que ha pasado como un Siglo de Tinieblas. Era un sueño que intentó contrarrestar los efectos devastadores de la barbarie nacionalista por la que había decidido marchar la historia de la modernización capitalista. Que pretendía continuar, pero en el registro laico, lo que la ecclesia catholica había hecho bajo el registro religioso en los tiempos preparatorios de la modernidad: afirmar, aunque fuera bajo el inseguro nombre de “Europa”, la validez de la socialidad abstracta y universal del intercambio mercantil, de esa socialidad que resulta indispensable para la civilización moderna, en la medida en que implica el modelo de una cultura del ser humano en general, más allá de las determinaciones que provienen de los sujetos trascendentes (las comunidades convertidas en estados) y su concreción atávica excluyente.
(...)ante la perspectiva desoladora que se esbozaba ya para la historia de la modernidad después de la Segunda Guerra Mundial, no dejaba de ser comprensible la actitud de Adorno; una actitud que compensaba la amargura y el desengaño por un sueño que se ha desvanecido --el proyecto fracasado de levantar una cultura universal de corte europeo-- con una fidelidad casi metafísica al cultivo de la razón crítica. "
("Introducción a 'Sobre el concepto de Historia")
Enlace a un corto documental sobre Benjamin:
http://el-documental.blogspot.com/2010/03/el-pensador-vagabundo-documental-sobre.html
Artículo sobre la muerte de Benjamin:
http://www.elpais.com/articulo/portada/Benjamin/vive/Portbou/elpeputec/20051002elpepspor_4/Tes